lunes, 30 de abril de 2012

Vampire Dreams: Cap 13.

Síiiiiiiiii por fin el cap 13 xD, últimamente tardo taanto en actualizar el blog porque no tengo tiempo TT______TT me falta poco para terminar el curso y no hay más que exámenes y además la primera semana de junio tengo los exámenes de selectividad así que uff... Escribo poquísimo y tengo muy poco tiempo libre pero bueno, durante este puente aprovecho para actualizar, espero que os guste este cap ^^. Es un poco sobre la vida cotidiana, un poco de relax para lo que se aproxima jaja.

Cap anterior: 

-¡Qué despropósito! Ir repentinamente a casa ajena para ver a “una linda muchacha” baboso impertinente, ¿qué se creen esos ricachones de la nobleza? ¿Qué con sus oros pueden camelar a las damas? Vile la cara y os puedo asegurar que solo faltarle el cubo para recoger sus babas –las criadas y su prometido quedaron petrificados en la habitación, estaba hablando igual que una mujer.

-No se preocupe, ahora mismo habla usted igual que una dama –decía Dietrich mientras se reía, finalmente el menor accedió a que le colocasen el corsé y el mayor salió de la habitación.




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Tras colocarle el corsé y peinarle adecuadamente quedaba elegir el vestido, optaron por uno con el cuello alto con botones hasta la zona del pecho y ajustado hasta la cintura el cual después caía de forma recta, era de manga larga al llegar a la muñeca la manga se ensanchaba con el borde de encaje. El color del vestido era un verde claro que contrastaba con su pelo negro recogido estaba vez con una coleta.  Por último quedaba el maquillaje, esta vez sería sencillo, le pusieron un poco de colorete, resaltaron las pestañas y por último un pintalabios de color suave.


Los prometidos bajaron juntos la escalera para recibir al joven que preguntaba por Evelyn y así conseguir espantarlo, sin embargo eso no funcionó. Los tres se miraron sorprendidos, Evelyn al verlo más de cerca se dio cuenta de que era un joven muy apuesto, de la misma estatura y edad que Dietrich, sin embargo este tenía el pelo corto de un rubio cobrizo, con el flequillo algo desordenado que le caía por los lados. La tez de su piel era bastante clara, lo que hacía resaltar más sus ojos oscuros. Llevaba un traje propio de una persona de la nobleza, además de una capa larga. Evelyn miraba a los dos, pensando en lo poco guapo que quedaba a su lado. El más joven se dio cuenta de la mirada tan poco amistosa entre su pretendiente y el otro joven, daba la sensación de que ya se conocían de antes, y no llevarse bien precisamente.


-Que descortés, ¿por qué no pasamos a sentarnos y mientras usted me dice su nombre? Dijéronme que usted señor, preguntó por mí –dijo Evelyn intentando romper la tensión del ambiente creada por un silencio incómodo.


-Oh disculpe señorita, que poca educación –respondió mientras le besaba la mano- mi nombre es Diederich, versión antigua de Dietrich –sonrió haciendo que el rubio cada vez se cabrease más, solo su presencia le cabreaba- la gente hablaba de una muchacha muy hermosa junto con Dietrich, debe saber que siempre se rodea de las damas más hermosas y veo que sigue siendo cierto.


-Que cosas me dice usted –se ría fingiendo sentirse alagada, pero en realidad quería vomitar- sin embargo, créame señor, que no volverá a rodearse de muchachas tan hermosas, no sería apropiado para una persona prometida, ¿no es cierto? –respondió algo incómodo, produciendo una sonrisa sincera mientras negaba con la cabeza en Dietrich.


El joven vampiro cada vez estaba más tenso, se sentía celoso al saber que tantas muchachas jóvenes y bellas querían pretender a su prometido, y ese sentimiento no tenía sentido, todo aquello era una farsa, sin embargo cada vez que le dedicaba una sonrisa sentía cómo se aceleraba su corazón. Una dama refinada, aunque no correspondiese al caballero tenía que escucharle pero por mucho que lo intentase no podía y más estando Dietrich sentado a su lado. El problema radicaba e que no había hecho de forma oficial su compromiso y él tendría que ausentarse durante días o semanas, estaba nervioso por lo que intentase hacer Diederich, cuanto más avanzaba la conversación más claras eran sus intenciones. Le repugnaba que le tocase las manos o el pelo.

-A usted se refieren siempre como un digno caballero, mas hoy no da esa impresión, reconozcamos que
esta dama aquí presente es inteligente, hermosa y con buen día hasta es muy dulce, cosa que compensa tres grandes peros y no por orden de gravedad, uno su carácter y el otro solo se sabe al conocerla bien –Evelyn le miró con indignación dándole un codazo- el tercero es que está prometida. A mi parecer, aunque usted sea conde no le da derecho a flirtear con ninguna dama que esté prometida, sería una deshonra para cualquiera –Dietrich realmente estaba cabreado, le costaba reconocerlo, pero estaba
celoso- No quisiera ser grosero, pero la señorita y yo debemos de encargarnos de muchos asuntos.

Después de una breve conversación, el conde se marchó y Evelyn empezó a reírse. El ambiente entre los dos cada vez era mejor, la complicidad entre ambos era notable.

Ambos pasarían por unas semanas duras, Dietrich se ausentaría y las clases de Evelyn para ser una señorita estaban a punto de comenzar, sin embargo no se imaginaban lo que se complicarían sus vidas al cabo de esas semanas.

sábado, 4 de febrero de 2012

Vampire Dreams: Cap 12.


Bueno esto lo tenía escrito desde hace unas semanitas XD... Ya es casi hasta lo que tengo escrito, así que estaré un buen tiempo actualizando pooco a pooco... Espero que las pocas personas que lean esto (que yo sepa una, gracias Javi ;_;) les guste.. Esta parte es jugosa jujuju (?).

De la entrada enterior:

Dietrich suspiró quedándose en aquel cuarto, pensativo y preocupado por el joven, dejarle solo en esa casa con su hermanastro y su padrastro le daba miedo, sin embargo no podía desobedecer las órdenes de su jefe. Dejó una nota dirigida solamente a una persona de la casa, para asegurarse de que alguien desde dentro cuidara de él, después salió de la mansión, cogió su caballo y se fue hacia un lugar especialmente oscuro y apartado con abundante vegetación, entre uno de los árboles salió un hombre joven pocos años más que Dietrich, pelo negro corto, y con un flequillo corto haciéndose largo hacia el lado derecho de la cara, sus ojos eran grises como el acero de la misma altura que el elfo.

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-Llegas tarde, exijo explicaciones de por qué me has desobedecido en todo, primero decides aceptar y quieres marchar, cuando te dije explícitamente que no aceptaras encargos y tienes la osadía de llegar tarde –dijo bastante enfadado- debería saber lo desafortunado que es enfadarme….

-Quien me encargó la misión fue tu hermano, obligado estoy a obedecer sus órdenes, hay una persona en la casa que cuidará de Evelyn, creo que toma demasiadas medidas…

-NO SE ATREVA A CUESTIONARME, tratándose de Evelyn nunca son demasiadas medidas, quiero y te ordeno que cuides y vigiles de Evelyn, y ahora responde por qué has llegado tarde, contesta –sus ojos expresaban toda su ira y el rubio lo entendió.

-Hablando de asuntos privados con Evelyn –la mirada fue fulminante, una mirada semejante a la de Evelyn, y se trataba de un vampiro de notable influencia, hermano de su jefe Bencastle- qué relación mantiene usted con Evelyn, cuando su hermano vio a Evelyn en su rostro se notaba ternura pero no tanta para ser capaz de dejarle solo, sin embargo usted… Se toma mucho tiempo para protegerlo y si no recuerdo mal le describen como tan duro como el acero, reflejado en sus ojos y frío como el hielo en su trato con el mundo, ¿por qué se iba a tomar tantas medidas por un simple medio vampiro? Y si me permite, su mirada de odio y enfado, es idéntica a de Evelyn, ese pequeño…

-CÁLLATE, no tiene ni idea de lo que habla y menos en qué asuntos se está metiendo.

-¡Evelyn quiere saber quién es su padre! No tenga el descaro de exigir máxima protección cuando todos le abandonaron, dejándolo a su suerte, sé en qué asunto estoy metido, en un joven al que le han destrozado –respondió indignado y con un tono de voz bastante elevado.

-Es mejor que no sepa quién es su padre, ¿acaso piensa que a su padre le gustaría esa situación? Lo único que podemos hacer, es cuidar de él el tiempo que no hemos podido…

-¿No será mi señor, el padre de Evelyn? –el vampiro se sorprendió y sin responder desapareció de repente- cobarde… -dijo para sí mientras miraba alrededor, después cogió el caballo y regresó.

Regresó pronto por la mañana sin ser descubierto, sin embargo a los pocos minutos ya le llamaban con gran alboroto y todas las criadas corriendo hacia todos lados de la mansión.

-Por favor señor, venga conmigo el señorito está muy alterado, quizá usted consiga tranquilizarlo –solo pudo asentir mientras se dejaba conducir hasta la habitación de Evelyn, dieron unos pocos toques a la puerta mientras esperaban el consentimiento de pasar.

En la habitación se encontraba el más joven ya con la falda puesta y el corsé en el suelo y muy nervioso, todo estaba producido por una visita inesperada de un joven noble en busca de una dama bien hermosa acompañada de Dietrich, eso dio lugar a incontables rumores. Esa situación hacía entrar a Evelyn en estado de pánico, ¿realmente se lo creerían? Si se descubría la verdad sería el fin de toda la familia, eso le daba miedo, sin embargo las manos cálidas y firmes de Dietrich le tranquilizaban al coger las suyas. Evelyn respiró hondo pero pronto siguió dando vueltas por la habitación.

-¡Qué despropósito! Ir repentinamente a casa ajena para ver a “una linda muchacha” baboso impertinente, ¿qué se creen esos ricachones de la nobleza? ¿Qué con sus oros pueden camelar a las damas? Vile la cara y os puedo asegurar que solo faltarle el cubo para recoger sus babas –las criadas y su prometido quedaron petrificados en la habitación, estaba hablando igual que una mujer.

-No se preocupe, ahora mismo habla usted igual que una dama –decía Dietrich mientras se reía, finalmente el menor accedió a que le colocasen el corsé y el mayor salió de la habitación.

sábado, 14 de enero de 2012

otra parada con las historias, lo siento u_u

Sé que así se le quitan las ganas de leer un blog a cualquiera, pero no tengo ánimos ara escribir. Estoy pasando por una mala racha, mi auotestima está por los suelos que se me ha juntado con otras cosas... Intento escribir, pero me veo incapaz, así que lo siento por esas pocas personas que leen mis entradas u.u

viernes, 6 de enero de 2012

Vampire Dreams: Cap 11.

Bueeno pues otra actualización, eso sí me tengo que poner las pilas para seguir escribiendo, malditos bloqueos >___<, tengo un serio bloqueo, no solo con esta historia sino con todas, me resulta muy complicado escribir, no tengo la autoestima muy alta, y en cuanto escribo dos palabras me deprimo pero lo iré mejorando ^^.

Como siempre espero que os guste y os pongo un trozo de la entrada anterior ^^

" [...] ese estudio era apropiado para alguien como Dietrich, un joven con sangre élfica y eso se reflejaba en la sala, que dejó a Evelyn anonadado, por la noche tenía un gran encanto, no solo porque a él le atrajese más la noche, sino porque también entraba la luz de la luna, y por el ventanal se podía ver un pequeño jardín apartado de todos los demás, era el único lugar que reflejaba algo cálido que había visto hasta entonces. Lentamente y bajo el permiso del artista, destapó alguno de los cuadros, comprobando que lo de él, definitivamente era la pintura. "

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-Es magnífico, no sabía que fuese tan buen artista –respondió el menor.
 
-Le enseñaré todos los cuadros y lugares que quiera, solo tenga paciencia y cuando quiera evadirse del mundo venga aquí –le puso una llave de la habitación en la mano- guárdela con cuidado, y cuando entre mire cuadros, libretas de dibujos o lo que usted quiera –continuaba diciéndole con voz suave, pero el menor se preguntaba si toda esa amabilidad sería de verdad u ordenada.
 
-Basta… -el mayor le miró sin entender- basta, basta por favor –seguía sin captar qué le sucedía- ¿Por qué me trata así? Su trato se contrapone al del resto, ¿es así de gentil por órdenes? Pues, si es así no necesito ese tipo de trato, respóndame con sinceridad, ¿cómo me ve usted? ¿Por qué es así?
 
-Debería ignorar toda palabra que le digan su padrastro y su hermano, tiene la verdad tan cerca que no la ve, es imposible que sea un monstruo, alguien tan gentil, bueno e inocente, es imposible que lo sea, esa es la realidad de su persona… Cada una de mis palabras son sinceras, y las pocas que no lo son, son por alguna broma, nunca me escuchará decirle algo malo –Evelyn permaneció sentado en la silla, mirándole conmovido.
 
-Así es cómo me debería ver la gente pero, ¿y lo que usted opina de mí? –era la parte más importante, iría a pasar en un futuro temprano gran parte de su tiempo con él, era muy importante que supiese eso.
 
-Puedo resumirlo en pocas palabras –quería contener las palabras que estaba a  punto decir pero no podía- me alegro de haber aceptado el compromiso, es la mejor persona para mí –en ese momento el menor agachó la cabeza.
 
Su corazón se estaba acelerando peligrosamente, no entendía por qué, pero sus mejillas, mejor dicho su cara estaban cada vez más colorada, en ese estado no podía mirarle a la cara. Y por si fuera poco para el joven, sus sentimientos eran contradictorios, quería huir pero a la vez tenerle más cerca, esos pensamientos le hicieron permanecer inmóvil en la silla, el único gesto que pudo hacer fue taparse la cara con las manos por la mirada atenta de su prometido que se acerba más por preocupación, cuanto más se acercaba hacia él, más nervioso y el corazón más se le aceleraba, le latía tan fuerte que casi le dolía, sin darse cuenta, estaba en frente suya, mirándole fijamente, él contempló su cabello rubio y sus labios, totalmente confuso y maldiciéndose incluso a sí mismo, le abrazó por el cuello para después besarle. El beso no se cortó, continuó sin pensar en las consecuencias o saber por qué lo hacían, solamente siguieron el impulso, Dietrich abrazó al menor por la cintura apoyándole contra la mesa, solo cuando el aire faltaba se separaron, dándose cuenta, que aunque fuera un instante, para ambos fue importante. Generaron muchas dudas en los dos.
Evelyn se levantó, dirigiéndose hacia la puerta, pero fue detenido por el mayor, estaba muerto de vergüenza, era consciente de que no tendría que haber hecho eso, ¡eran hombres!

-Espera –intentó escabullirse, pero Dietrich tenía mucha fuerza- y-yo no puedo explicar el suceso reciente, ni temas de sentimientos, tan confuso como usted me hayo, solo le ruego que no huya –el menor se giró para verle-  ambos al margen de toda norma estamos al igual que la comprensión de cualquier otro… ¿Un beso y nada más? ¿Acaso tan profundo que en el corazón ha llegado? Con sinceridad le digo, que no puedo decir nada… Solo le puedo decir, por favor, que sígame mirando como hasta ahora… Tengo grandes deseos de aclarar, aunque sea asuntos superficiales, tendré que ausentarme.
 
-¿No podrá comunicarse conmigo de alguna forma? Usted es lo único que realmente tengo. Las primeras 
muestras de cariño son de parte de usted… Me hayo demasiado confuso… -dijo con las voz entrecortada, sin poder mirarle siquiera.
 
-Está bien… -el mayor suspiró algo nervioso- le escribiré cartas, las recibirá por un mensajero. También deberá responderlas en el mismo día, tendrá que ser nuestro secreto. Las cartas estarán una por semana entre las rosas del jardín, al responder en ese mismo día déjela en el mismo sitio, tened fe de que os llegue por favor.
 
-Le daré un voto de confianza, prefiero no preguntarle el motivo de su ausencia, buenas noches, y tened cuidado –le miró serio, hubo ya respondido las buenas noches, salió de la sala, para ir directo a su habitación.
 
Dietrich suspiró quedándose en aquel cuarto, pensativo y preocupado por el joven, dejarle solo en esa casa con su hermanastro y su padrastro le daba miedo, sin embargo no podía desobedecer las órdenes de su jefe. Dejó una nota dirigida solamente a una persona de la casa, para asegurarse de que alguien desde dentro cuidara de él, después salió de la mansión, cogió su caballo y se fue hacia un lugar especialmente oscuro y apartado con abundante vegetación, entre uno de los árboles salió un hombre joven pocos años más que Dietrich, pelo negro corto, y con un flequillo corto haciéndose largo hacia el lado derecho de la cara, sus ojos eran grises como el acero de la misma altura que el elfo.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Vampire Dreams: Cap 10.


Pues otra actualización, esta vez tardé menos XDDD. Aunque no lo parezca se acerca a la mitad de la historia... Así que cada vez se irá poniendo más interesante.

¿Qué opinais sobre los personajes? Quiero saber opiniones ;3;

Entrada anterior:

-¿En serio miras por ese monstruo y quien deshonró a nuestra familia? Deberías darle, hermanita mía, más importancia a la pureza de nuestra sangre, no eres consciente de lo que conlleva –respondió con firmeza, a lo que su hermana contentó con un bofetón y una mirada en la que bien se apreciaba el odio que sentía por su hermano, después le dejó solo en la habitación.

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Todos sabían que la familia se estaba dividiendo, y no era un buen momento, la presentación de Evelyn al resto de la sociedad se tendría que hacer dentro de poco, llevaban juntos unos pocos días y ya había salido el debate de los orígenes de la familia o los supuestos errores cometidos por cada uno de sus miembros, para todos, muy a su pesar, era conocido en menor o mayor medida, los diversos problemas familiares, para todos menos para uno, el joven Evelyn, ¿por qué le había tocado semejante familia? Rogaría a Dios, si no fuese porque su fe ya se había perdido por completo, por mucho que mirase incluso en algunos libros secretos que había por la biblioteca de casa, no encontraba nada sobre la familia, ¿de dónde había surgido el escudo de la familia y sus orígenes? Ni siquiera venía de qué país venían… Y para su desdicha, el único que podría informarle de algo es su futuro esposo, pero de momento no podía decirle nada, y todo eso le incomodaba bastante. Dio una patada de desesperación, ¿qué clase de familia era esa? Cuando salió de la torre no se esperaba una situación así, pero lo peor, era que su situación actual era mejor, aunque fuera un padrastro y un hermanastro que le odiaba, a su propia madre parecía serle indiferente, y a su hermanastra y su prometido no sabía cómo clasificarlos, con el resto de la familia apenas había tratado, ¿eso era mejor que su situación anterior? Sentía que su vida hasta entonces había resultado patética, con un suspiro miró hacia la ventana, descubriendo que ya se estaba haciendo de noche, ¿cuántos libros había mirado? Ni siquiera se había enterado, esa había sido una de sus mejores tardes de su vida después de todo, leyendo en la biblioteca de la mansión… Apoyó la cabeza en la mesa para echarse a llorar finalmente.

Odiaba su vida hasta entonces, pero solo podía tener esperanzas y seguir adelante, por muy difícil que fuese, no había puesto un precio tan alto a su libertad para nada. Algo interrumpió sus pensamientos, la presencia de alguien, que se acerca repentinamente, le abrazó, haciendo que chillase asustado, pero pronto se relajó, esa persona le era familiar, como siempre Dietrich, la única persona que estaba ahí, se dejó abrazar por él, mientras seguía llorando.

-Siento no haber llegado antes, perdóname –le susurró mientras le seguía abrazando, este solo movió la cabeza, pero un solo gesto hizo basta que le comprendiera.

-¿Debe acaso disculparse por mostrar benevolencia por alguien como yo? No debe disculparse por mostrar lo que es el afecto –alcanzó a decir entrecortado en voz baja.

-Tendré más tiempo para usted, le mostraré toda clase de lugares que quiera ver, os pido, que me dejéis enseñarle todo lo que haya a nuestro alrededor –continuaba susurrándole sin soltarle.

-¿Y qué hay de sus salidas? Quizá tendrá problemas, y señor mío, no quiero que este plebeyo, pues apartado de la herencia y de cualquier título nobiliario estoy, le ocasione problemas…

-No se preocupe, ahora mi prioridad es usted, y dudo que mi superior ponga objeción alguna, vos ya le conoció –le levantó y le puso frente a él, comprobando la rojez de sus ojos.

Evelyn le miró fijamente, había muchas, quizá demasiadas cosas que quería preguntarle, pero de momento era consciente de que o no obtendría respuesta o simplemente no podía, su frustración era demasiada, para distraerle, Dietrich le fue sacando lentamente de la biblioteca, para llevarle a una habitación, que permanecía cerrada la mayor parte del tiempo, puesto que era exclusiva para su compañero, con cuidado abrió la puerta, dejando ver una habitación del tamaño de un salón mediano, pero la decoración de esta era muy diferente, tenía colores suaves en las paredes, y tampoco estaba recargada, había pocos muebles, una mesa mediana con un par de sillas, lienzos cuidadosamente colocados por todas partes con telas para proteger la pintura y todo tipo de materiales para un artista, en frente a la puerta había un gran ventanal, por el que de día entraba la máxima luz posible, también estaban por todas partes objetos que servían de fondo o para los modelos de los cuadros incluso, vestidos o telas finas que taparan las partes íntimas de los modelos, estaba claro que era el estudio de un artista, pero estaba ordenado e incluso era relajante a causa de la combinación general de sala, ese estudio era apropiado para alguien como Dietrich, un joven con sangre élfica y eso se reflejaba en la sala, que dejó a Evelyn anonadado, por la noche tenía un gran encanto, no solo porque a él le atrajese más la noche, sino porque también entraba la luz de la luna, y por el ventanal se podía ver un pequeño jardín apartado de todos los demás, era el único lugar que reflejaba algo cálido que había visto hasta entonces. Lentamente y bajo el permiso del artista, destapó alguno de los cuadros, comprobando que lo de él, definitivamente era la pintura.

jueves, 8 de diciembre de 2011

Vampire Dreams: Cap 9


Hola!! Por fin actualicé jeje ^^UUla verdad esque em resulta un poco complicado seguir con esta historia, está tomando un rumbo muy extraño XDDDD, bueno espero que os guste :3, esta entrada es un poco más animada, espero que no resulte larga..

De la anterior entrada:

El sonido de su respiración retumbaba por la sala, un silencio sepulcral inundaba la habitación. Nervioso y después de atravesar aquella sala, fue a abrir la puerta que estaba al final, sin embargo, desenfundó su espada, una persona normal no lo podría saber pero él sí, había alguien ahí, sus pasos eran cada vez más fuertes y decididos, como acto reflejo se apartó, se abrió la puerta y la otra persona no pudo hacer nada, en apenas un pestañeo, tenía la espada de Dietrich en el cuello, ambos hombres se miraron con gran asombro.

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-¿Qué diantres haces aquí? ¿Dónde está Evelyn? Aunque sea vuestro hermano, no tiene el derecho de llevarlo a donde le plazca –enfundó la espada al ver que era alguien conocido, dejando que se explicase.

-Por la noche, el joven debido a su naturaleza no podía dormir, así que decidimos reanudar las clases de baile, hubo ya finalizadas, mi hermana y yo, decidimos que tuviese encuentro con los suyos –a Dietrich se le abrieron los ojos, incrédulo a tanta irresponsabilidad.

Le apartó con brusquedad, por fin dentro pensaba echarle la charla al vampiro que se encontrase dentro sin embargo, esa melena castaña larga, junto con esos ojos azules, su alto talle, y esa forma de vestir tan elegante junto con esa seriedad, no podría ser otro que su actual jefe, ¿de qué le conocía ese bastardo? Si se sabía que ese era su jefe estaría perdido, tendría muchos problemas, ¿por qué diablos le habría llamado justo a él? Tenía ganas de golpear a los mellizos, pero en ese momento no podía, miró a Evelyn, estaba en frente a Bencastle, su jefe, mirándole con gran asombro, su presencia se notaba, siempre desprendía mucha energía, haciendo notar su fuerza, por parte de su jefe también miraba a Evelyn, pero su mirada era diferente a la del menor, juraría que había, ¿ternura? ¿TERNURA?

-Evelyn, bonito nombre, joven –le cogió un mechón de pelo con delicadeza- os advierto acerca de su seguridad y ruego que vigile sus alrededores, este no es lugar seguro para vos, por eso pedí a Dietrich protegerte, él aceptó sin más, no soportaría que alguien os hiciese daño, y en tal caso, se lo haré pagar –se dispuso a salir, sin embargo, Evelyn le agarró.

-Os suplico señor, decidme aunque tan solo sea su nombre, ¿por qué tanto afán por protegerme y de qué? –le miró directo a los ojos sin vacilar.

-Mi nombre, Bencastle, y créame en decirle que tengo más que motivos para protegerle, nos veremos en varias ocasiones, confíe en Dietrich es mi mano derecha, y ahora ambos debemos marcharnos… Dietrich saca de aquí a todos.

Sin más le obedeció, sacándoles de allí, ninguno de los dos sabía cuál era la relación entre aquél vampiro tan influyente y el rubio, cuando los tres salieron y cerrando la puerta, el menor intentaba retroceder sin entender la situación, no sabía por qué pero había algo en aquél vampiro que le atraía,  quería saber más acerca de él, no sabía el motivo, pero el verle le había causado una gran impresión. Contrastando con el pensamiento del menor, el rubio estaba furioso y eso era bastante notable. En cuanto salieron del pasadizo y volvieron a la habitación, empujó fuera de la misma a Evelyn, quedando su hermanastro y Dietrich solos en el cuarto, el último cerró la habitación con llave y cogió al otro individuo del cuello de la camisa dejándolo contra la pared.

-¿Se puede saber de qué demonios vas? –dijo apretando los dientes, subiendo el puño.

-Vaya, que rastrero viniendo de alguien con sangre élfica, creía que los elfos recurrían a métodos más civilizados.

-Jamás tendría educación con alguien tan rastrero como tú, no te mereces ni siquiera la palabrería, al único que has tratado decentemente es al bastardo de tu padre, mi tío murió por el motivo que tú ya sabes y tienes la desfachatez de tratar así a tu madre y por si no se sumaran pocas cosas a tu lista ¿tienes la poca vergüenza de presentarle a Bencastle Tepes? Lo mínimo sería tener respeto por mí y por mi familia y ni siquiera lo tienes.

-No debería de respetar a monstruos como tú o como mi “hermanastro” –recalcó con ironía la última palabra, causando que aquél chico pacífico no dejase de propinarle puñetazos- ¡sigue comportándote como un monstruo! –el escándalo empezó a hacerse notable y varias personas de la familia golpeaban a la puerta.

-Aquí el único monstruo que hay eres tú, ni se te ocurra meter tu jodida nariz en mis asuntos o en los de Evelyn ¿no somos monstruos? PUES ALÉJATE Y PÚDRETE EN TU FAMILIA PERFECTA –salió de la habitación bajo la sorpresa de todos, sin decir nada miró a un asustado Evelyn, salió de la casa para coger su caballo e ir a un lugar, el cual solo él conocía.

A continuación el menor de la casa entró a la habitación, mirando a su hermanastro con algo de incredulidad.

-¿Se puede saber qué demonios era toda esa conversación? Tú también me ves como un monstruo, ¿verdad? ¿Qué pasó con su tío? Puede que sea medio vampiro y que –se quedó pensativo, Dietrich es medio elfo, debería de habérselo supuesto antes-  Dietrich tenga sangre élfica pero por encima de todo seguimos siendo humanos, si la familia de él ha hecho tanto por ti deberías de estar agradecido y en cuanto a mí, ¡soy tu hermanastro maldita sea! -se le humedecieron los ojos- Seguro que disfrutaste de mi encierro, no puedo ni confiar en mi propio hermano, ¿acaso la pureza de sangre está por encima de sentimientos tan fundamentales como el de la familia? Dietrich tenía razón, solo puedo confiar en él, y al fin al cabo prefiero ser a lo que llamas tú un monstruo a alguien que no sabe apreciar los sentimientos –en ese momento apareció su hermanastra confusa, Evelyn le miró con desprecio yendo en dirección a la biblioteca de la casa.

-Maldita sea, deja de hablar por ambos los únicos que están en contra de Evelyn y Dietrich es padre y tú, pero ni madre ni yo queremos que le pase nada, tú solo miras por la maldita pureza de sangre –se acercó a él- ¿Se puede saber en qué piensas?

-¿En serio miras por ese monstruo y quien deshonró a nuestra familia? Deberías darle, hermanita mía, más importancia a la pureza de nuestra sangre, no eres consciente de lo que conlleva –respondió con firmeza, a lo que su hermana contentó con un bofetón y una mirada en la que bien se apreciaba el odio que sentía por su hermano, después le dejó solo en la habitación.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Vampire Dreams: Cap 8.


Bueno hacía mucho que no actualizaba, que ya es normal en mí XDDD. Como sospechaba me estoy acercando bastante hasta donde tengo escrito, así que intentaré ponerme las pilas, aunque con los exámenes de evaluación cerca uf no sé, aprovecharé las noches. Espero que guste ^^.

-¿E-es que no puedo tener profesores que no sean de la familia? –ambos se sorprendieron, ¿dónde había ido a parar el lenguaje culto? Querían decírselo pero no pudieron- a la mierda la palabrería, estoy cansado por el maldito piano y ese estúpido paseo, y cansado de que todos mis profesores vayan a ser hermanastros o primos, ¿nunca tendréis en cuenta lo que siento? –tenía razón, y eso marcaba a su hermanastra, nadie en esa familia parecía haberle importado alguna vez lo que le pasaba o pasó, su hermana quiso ir tras él, pero Dietrich la paró.

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No era buena idea que fuese su hermana la que iría a consolarle, si ocurriese así, el pequeño terminaría explotando y eso no era bueno, miró por la ventana, estaba empezando a oscurecerse el cielo y eso no sería bueno, dejó a los mellizos a solas, tendrían que hablar de mucho mientras salía corriendo tras ese vampiro, si empezaba a anochecer, estaría más activo y eso no sería bueno, antes de que el moreno pudiese cerrar la puerta, el mayor consiguió pararla con el pie, ambos se miraron a los ojos, Evelyn accedió y le dejó entrar, cerrando la puerta tras de sí, después de cerrar la puerta se sentó en la cama, tapándose la cara con ambas manos, quería llorar, eran hermanos, y le miraban como si fuese un desconocido, ningún sentimiento en su mirada, al igual que su madre, ¿de verdad sería un monstruo? Las palabras del señor de la casa resonaban en su cabeza, y aunque se tapase los oídos, se seguían repitiendo, estaba llegando a su límite…

En ese momento le abrazaron, sabía perfectamente quién era, y aunque no confiase en él, parecía ser la única persona a la que le importaban sus sentimientos, le abrazó fuertemente, pero rápidamente le apartó, levantándose de golpe, algo en él iba mal, cada vez avanzaba más la noche, y en él algunas cosas estaban cambiando, Evelyn intentaba evitarle, pero no le dejaba en paz, finalmente entre tirones y empujones y sin saber lo que hacía, terminó encima de Dietrich, se estaba descontrolando pero, ese bastardo seguía tranquilo.

-Quiere morderme, más también quiere evitarlo, debo decirle que acostumbrado estoy a los vampiros, seré su marido y soy su prometido, si siente los deseos de morder a alguien, mi cuello es suyo, no es la primera vez que un vampiro me muerde –sin pensar en lo que hacía, finalmente se acercó a su cuello, mordiéndole con fuerza, haciendo rápidamente que la sangre recorriera el cuello del mayor.

Ahogó un grito mientras agarraba a Evelyn por los hombros, los mordiscos de vampiros siempre dolían por muy acostumbrado que estuviese, pero él intentaba ser amable, a pesar de necesitar sangre. Esa situación se repetiría constantemente, pero era en algo en lo que no pensaban ninguno de los dos, a pesar de estar sufriendo esa mordedura y notar la pérdida de sangre intentaba no gritar, agarró las sábanas para no asustar más al pequeño vampiro, empezaba a nublársele la vista, soltó las sábanas y dejó de contener los gritos, estaba a punto de desmallarse cuando por fin el más joven soltó su cuello, terminando de limpiarse la sangre con la mano para después lamerla. Definitivamente, su carácter cambiaba considerablemente cuando se hacía de noche, costoso se sentó en la cama, seguía mareado, para su sorpresa fue empujado contra la cama, el pequeño le mandó callar con un gesto tierno, haciendo que se tumbase en la cama, no podía ver con claridad lo que sucedía, lo poco que pudo divisar a continuación fue ver cómo Evelyn salía de la habitación, quería seguirle pero no estaba en las condiciones adecuadas para ello, no le quedó otro remedio que rendirse y dormir.

Al día siguiente, se despertó confuso incorporándose costoso en la cama, había sido un mordisco fuerte, se palpó el cuello y como esperaba todavía tenía las marcas de los colmillos del menor. Más tarde, no pudo evitar pensar en adónde habría ido después de eso, como su superior se enterase estaría perdido, se vistió preocupado rápidamente después se peinó y se hizo la coleta con prisas para buscar a ese maldito medio vampiro, si le pasaba cualquier cosa él estaría perdido, comenzó a buscar por toda la casa, no le encontraba y sus nervios iban en aumento, por mucho que preguntase al servicio, nadie sabía nada. Temiéndose lo peor, cogió su espada mientras las voces del resto de los familiares se escuchaban a lo lejos, fue directo hacia una de las habitaciones al sur. Era una habitación aparentemente pequeña, había pocos muebles y las paredes en blanco, también había una chimenea, que siempre permanecía apagada. Con la espada enfundada, corrió la aparente chimenea algo costoso dejándose ver un pasadizo que conducía hacia el interior, era oscuro así que cogió una de las antorchas y siguió descendiendo por el estrecho y oscura pasadizo. Cuando terminaron las escaleras la sala parecía ensancharse habiendo ataúdes vacíos a los lados, estaba claro el ligamiento a los vampiros que tenía esa familia, por eso precisamente aquella habitación estaba oculta.
 
El sonido de su respiración retumbaba por la sala, un silencio sepulcral inundaba la habitación. Nervioso y después de atravesar aquella sala, fue a abrir la puerta que estaba al final, sin embargo, desenfundó su espada, una persona normal no lo podría saber pero él sí, había alguien ahí, sus pasos eran cada vez más fuertes y decididos, como acto reflejo se apartó, se abrió la puerta y la otra persona no pudo hacer nada, en apenas un pestañeo, tenía la espada de Dietrich en el cuello, ambos hombres se miraron con gran asombro.