sábado, 5 de marzo de 2011

Segundo Cap de Shin y Den !


2.     Primeros días.


El comienzo de las clases quería decir la vuelta a aquella rutina que tanto odiaba, ahora su rutina se haría peor que nunca, al comenzar esos cursos, su vida de los 15 a los 17 años iba a ser muy larga.
Solo pensar en los primeros días le deprimían, finalmente dando vueltas en la cama se levanta desanimado, coge sus gafas y busca el uniforme en su armario.
Al rato de vestirse y peinarse baja a desayunar, y a pesar de estar sentado en familia con su hermana y sus padres no intercambiaban ninguna palabra, como era habitual. Después de una aburrida mañana, le esperaba un día interminable.

El mero hecho de pensar en ver a las típicas personas populares le daba arcadas, esa gente que saludaba a todo el mundo sonriendo, como si fuesen amigos de toda la vida, simplemente apariencia. Estaba seguro de que en realidad echarían pestes, como todos, no encontraba sentido a fingir de esa manera esa hipocresía era lo que hacía que odiase juntarse con los demás, prefería tener a su pequeño círculo de amistades.

Y poco faltó para ver a la persona más popular, solo unas pocas horas y el revuelo en los pasillos, un chico de último año, su acento irlandés le hacía destacar, su pelo y ojos claros, similar a un jugador de baloncesto, con esa sonrisa saludando a todos, ¿quién se creía que era? Las chicas solo hacían incrementar lo que parecía su ego, justo el tipo de persona que más odiaba. Estaba seguro de que no era envidia, sino su manera de llamar la tención, esa manera de decir: soy importante. Una tortura que incluso en su clase se repetía, las clases del primer día se le harían eternas.

Después d eun día en el que nadie se había fijaod en él, pasar totalmente desapercibido, fue directo a las canchas de baloncesto, había pedido una pelota de baloncesto previamente, luego dejó su cartera en una de las canchas y empezó a jugar él solo. Le relajaba hacer tiros libres, intentando mejorar sus lanzamientos o sus movimientos, era una manera de alejarse del mundo. Cuando estaba totalmente distraído sin prestar atención a nada de lo que le rodeaba, escuchó a alguien que le llamaba, dando un pequeño salto y girándose, era muy extraño, extremadamente raro que alguien del instituto le llamase por su nombre.

-Vaya, juegas al baloncesto, se ve que no eres malo, ¿quieres echar una partida? –decía aquél chico, el más popular, le dieron ganas de lanzarle la pelota a la cara, le ponía enfermo aquella sonrisa y tanta amabilidad, esa manía de agradar a todo el mundo le daba asco.

-¿Por qué querría echar una partida contigo? Vete con alguien, tienes donde elegir –dijo encestando un triple y seco.

-Oh my god, sincero y directo, eso me gusta en la gente –decía sonriendo más, pensaba que tendría algún problema, gustarle algo así- no tengo nada que hacer, de hecho quiero echar una partida contigo, please –decía mientras iba a coger la pelota.

-Yo no quiero, así que cierra tu boca de irlandés y devuélveme la pelota, no me interesa juntarme con gente como tú –decía poniéndose serio, cada vez le daba más asco.

-What? Especifica eso, sincérate –decía esquivándole, incitando a que comenzase a jugar.

-Tú lo has querido, me repugna la gente como tú, vais por el instituto como si fueseis reyes, queriendo caer bien a todo el mundo, yendo con esa sonrisa a todas partes y saludando a  todo al que ves, y lo peor es que mientras las chicas gritan, dime tu ego sube, ¿no? Pero no sé si sabrás que en el fondo esa gente es tan falsa como tú, y que estáis SOLOS, estaré solo, pero no quiero juntarme con gente como tú –decía a veces levando el tonto, después al terminar de hablar le miró fijamente yendo inmediatamente hacia su cartera.

-Espera, eso que has dicho tienes razón, pero solo son gente del instituto, el hecho de que me hable con ellos y les salude no quiere decir nada, soy popular porque dicen que soy guapo, solo eso. Me gusta que me insultes –decía sonriendo, captando la atención de Shin.

-Muy guapo sí, y al mismo nivel está tu estupidez –decía apoyándose en la canasta.

-Mañana te espero en la entrada Koizumi, seguro que vendrás pronto así que háblame de tus gustos, quiero conocerte en profundidad, me tengo que ir, adiós –le pasa el balón mientras le remueve el pelo, después sonriendo se despide con la mano.

-YO NO QUIERO CONOCERTE –decía incrédulo, mientras veía como mientras se alejaba decía con los labios “me da igual”, en esos momentos no encontraba adjetivos para él.

Se fue indignado a casa, no podía pensar en otra cosa, la insolencia que tenía, esas confianzas, le ponía totalmente enfermo, y por supeusto no iba a permitir que alguien así fuese su amigo, no quría ni conocerle.
 Pero al mismo tiempo le extrañaba, no era alguien típico, en unos pocos segundos había conseguido cabrearle, y considerablemente. No podía aprar de pensar en esa sonrisa insolente, a partir de ese dñia, pensó que odiaría mucho más el instituto.

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