miércoles, 12 de octubre de 2011

Historia Den y Shin: Capítulo 3.

Debería ir poniendo nombre ya a la historia, ¿verdad? Tengo esta historia marginada, tengo un bloqueo con esta historia espeor que no dure mucho XDUU

--------------------------------------------------------------------------------------------


3.     Insistencia

El menor estuvo pensando durante todo el día en aquél encuentro tan extraño, eso no solía pasar, y mucho menos a él, no paraba de preguntarse si realmente seguiría insistiendo. Era extraño que un chico popular, que lo tenía todo se fijara en alguien como él, le resultaba extraño, y no se fiaba de él para nada. No sería la primera vez que algún chico popular le insultaba o se reía de él. El instituto se le haría terriblemente largo…
Al día siguiente, la mañana transcurrió de igual manera que el primer día, durante el camino hacia el instituto siempre se distraía, con la música a todo volumen y los gatos que iba viendo por el camino, pero todo era aburrido, no paraba de bostezar y de colocarse las gafas. Sin embargo bostezaba menos que de costumbre, al pensar en aquél chico tan extraño: Denholm Morrinson.

Por otra parte, no todos iban igual de desanimados al instituto, había un chico que iba con más ganas que nunca, esperaba volverse a encontrar de nuevo al chico de ayer, su manera de ver el instituto había cambiado, sabía que aquel chico lo que más odiaba era la gente como él, pero no se rendiría por un detalle “poco importante” según su criterio.

Ambos chicos no tardarían mucho en encontrarse, justo en la entrada del instituto, sus expresiones fueron totalmente contrarias, al tiempo que Shin quería huir el mayor no dudó ningún segundo en saludarle.

-SHIIN –dijo muy alegremente acercándose a él- Que pronto nos hemos encontrado hoy, no me lo esperaba, es bastante pronto, ¿no crees? –decía sonriendo amablemente.

-Oh que raro que un chico popular llegue pronto, “es tan puntual y siempre tan atento”, ¿es que nunca te cansas de llamar la atención? –dijo sin ni siquiera mirarle.

-No es eso –se rió un poco- es que vivo solo y nunca controlo la hora, es pura casualidad. Sin embargo tú pareces muy responsable.

-Oh alagando a todos, y encima el mérito de vivir solo… Mister Perfecto se hace notar… Ve directo al grano, ¿qué quieres?

-No quiero nada, no soy como esos tipos populares, simplemente te vi interesante, una persona sincera, además tengo defectos, pero sé ocultarlos -decía moviendo los brazos y mostrando una pequeña sonrisa mientras se fijaba en las gafas del menor, al mismo tiempo que este le miraba incómodo, poco después le cogió las gafas- entre ellos que soy muy curioso –empezó a correr riéndose, parándose metros después- ¡Ven!

-PERO QUÉ TE HAS CREÍDO, SERÁS CRETINO –salió corriendo a por sus gafas algo costoso, después poniéndose de puntillas para intentar cogerlas- maldito abusón, déjalo –decía muy cabreado.

-Vamos no quiero cabrearte –decía riéndose- es una manera de jugar, además sin las gafas te ves muy lindo –después bajó el brazo, de manera que pudiera coger las gafas, pero el más bajo se sonrojó por completo- y así más.

-C-cállate –cogió las gafas bruscamente, poniéndoselas al instante.
Después de ponerse las gafas se dirigió hacia la entrada, no tenía ganas de soportarle, era demasiado descarado, pero esa insistencia hacía que pensase en darle alguna oportunidad como amigo, quizás era un buen chico, tampoco tenía nada que perder, no es que tuviese muchos amigos, así que eso le vendría bien.

-Tenemos que salir por ahí, te esperaré a la salida y hablamos –le dijo abrazándole por la cintura y posteriormente acariciándole el pelo.

Definitivamente, su descaro era excesivo, ¿qué demonios le pasaba por la cabeza? Era demasiado extraño, tanta insistencia en alguien como él, era realmente extraño y seguiría así durante mucho tiempo, así que no tenía más remedio que acceder, quizás no sería como todos. Algo indignado se dirigió hacia su clase correspondiente, al menos alteraba su rutina, era un hecho por el que ya merecía prestarle atención, además no tenía nada que perder y podría perder un poco de vista a sus padres, en temas familiares no las cosas no le iban nada bien.

-No pararás hasta que te diga sí, así que, está bien… -en su mente todo eso sonaba como una novela BL, y eso le espeluznaba- como compañeros de instituto y nada más –quiso especificar para no llevar a pensamientos equivocados, provocando una sonrisa en el otro chico.